Alguna vez, las personas que tratamos con el Alzheimer a diario, podemos intuir por la relación que tenemos con ellos, así como por el entorno social en el que se desenvuelven, como hay enfermos que poseen o han poseído distinto nivel cultural así como distinta capacidad intelectual natural y/o adquirida.
Las personas que tienen mayor capacidad intelectual natural o adquirida, son aquellas que presentan los síntomas del Alzheimer en menor grado, si las comparamos con las personas de menor capacidad intelectual, o distinto e inferior nivel cultural. Esto se considera, claro está presuponiendo que el deterioro cerebral entre unos sujetos y otros es equivalente aproximadamente.
Entonces, ¿qué es la Reserva Cognitiva? Es la diferencia entre el daño cerebral y la sintomatología clínica del enfermo. Dos personas aquejadas de Alzheimer, teniendo el mismo grado de afectación neuronal, si poseen distinta sintomatología, se les atribuyen distintas reservas cognitivas a cada una de ellas. Es decir, en cada uno de los cerebros ha sido repercutido el mismo daño producido por la enfermedad, pero un cerebro se ha adaptado de forma distinta al otro gracias a la Reserva Cognitiva que cada uno posee.