¿Nos ocurre también esto cuando se trata de Alzheimer? ¿Somos más condescendientes cuando es Alzheimer que cuando es Esquizofrenia la enfermedad que tenemos que comunicar que tiene nuestro familiar? ¿Por qué ocurre esto? ¿Opinaríamos lo mismo y sentiríamos lo mismo si la persona enferma de Alzheimer tuviera 50 años y no 80?
Mi opinión personal es que somos bastante más condescendientes con el Alzheimer, que con el resto de enfermedades mentales; una de las causas, es la gran sensibilización que poseemos en la actualidad frente a ella. Con respecto al resto de personas que no son tan condescendientes con la enfermedad de Alzheimer y todavía sienten vergüenza de comunicar que un familiar suyo cercano la posee, me gustaría que pensaran si actuarían igual si se tratara de otra enfermedad de las mismas características, pero no de etiología (origen) mental, es decir, degenerativa, crónica, progresiva, incurable y terminal y el porqué de ese cambio de actitud.
El problema de no querer comunicar al entorno que nuestro familiar sufre Alzheimer, es que puede ser precisamente él quién salga perjudicado. Si “escondemos” a nuestro inquilino crónico, y lo disfrazamos de normalidad, también estaremos escondiendo las mejoras que podemos ofrecerle a nuestro familiar para que sus miedos, inseguridades y fallos no sean causa de dolor o angustia en él o ésta se pueda minimizar , las pautas profesionales impuestas que conseguirán que su vida tenga más calidad, los ejercicios que podrán hacer que su memoria se resista al envite de la enfermedad, las posibilidades de relacionarlo con más personas…e.t.c. consiguiendo alimentar nuestra vergüenza y perjudicando a quién más nos debería importar.
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1 Comentario
Yo no siento vergüenza de que mi enfermo tenga Alzheimer. Siento vergüenza de mí, por no tener suficiente paciencia y acabar gritando.