En la época en la que nos encontramos, es fácil suponer que todos aquellos que hayan sido cuidadores o familiares de un enfermo de Alzheimer, han consultado internet para informarse sobre la enfermedad.Las consultas varían dependiendo de la dolencia, está claro que consultamos más si se trata de algo grave que si por el contrario estamos hablando de un resfriado común.
Uno de los riesgos es precisamente este.Preguntamos a Google cuando estamos asustados, cuando el diagnóstico es grave o cuando no entendemos del todo el alcance de lo que nos ha dicho el médico.Tenemos miedo y eso nos hace vulnerables, así que nos dejamos llevar por el mundo virtual que, a menudo nos conducirá por una senda de blogs, foros, testimonios, (remedios milagrosos incluidos) supuestas webs “fiables” y demás entornos variopintos donde vamos “eligiendo” de forma consciente o no, la información con la que nuestro cerebro intencionado se quiere quedar.A veces sólo contemplamos el desastre, lo malo como opción, y otras, dependiendo del ánimo que tengamos, elegimos la versión “buena” de la historia y construimos de forma inconsciente una realidad no siempre veraz que nos hace sobrellevar el miedo del que antes hablábamos.Es lo que yo denomino el peregrinaje virtual del cuidador.
Hay dos tipos de peregrinaje del cuidador cuando hablamos de un diagnostico de alzheimer. El peregrinaje físico, donde el cuidador intenta por todos los medios recabar información en las asociaciones, entidades o instituciones de su lugar de residencia (incluyendo por supuesto también la información dada por los médicos que han atendido al enfermo) y el peregrinaje virtual, o peregrinaje 2.0. que es aquel que todos (aunque lo neguemos) experimentamos cuando recibimos un diagnóstico médico serio-grave o que no comprendemos.
Quiero centrarme en este ultimo, el que comienza llegando a casa tras el diagnóstico, abriendo el navegador, y preguntándole a Google los síntomas, las fases de la enfermedad y qué nos espera tras la palabra Alzheimer.Google es muy listo y nos va llevando por un camino de webs y blogs que nos van indicando a veces lo mismo, otras, todo lo contrario.Todo depende (y si, es así de simple) del posicionamiento que tenga la web que consultemos, la cantidad de visitas y lo popular que ésta sea, sin importar si lo que dice es correcto o está comprobado.
Hay tanta información sobre la enfermedad de Alzheimer (como de todas en general) que ni los que estamos en contacto directo con ella nos vemos capaces de cribar toda la que se genera día a día.Aquí es donde entran en juego las personas que estamos detrás de este tipo de entornos, y que creemos firmemente que el peregrinaje virtual del cuidador no debería existir, o debería ser corto, si sólo hubiera información correcta, pero esto es imposible, dada la repercusión del entorno en el que nos movemos.
Dilucidar qué foros, webs o blogs son fiables puede parecer simple pero no lo es tanto.Hoy en día todo el mundo puede participar en un foro, abrirse un blog o colaborar en un espacio sin ser profesional y eso le legitima para poder dar consejos o aseverar teorías que pueden no ser ciertas y perjudicar a quién las lee.
Vamos a hacer la prueba, (podéis hacerla vosotros también). Si me pongo en el papel del cuidador que busca información sobre la enfermedad, lo primero que voy a hacer es simular que la estoy buscando en Google. Tecleo”alzheimer” y en 0,5 segundos tengo 85.000.000 resultados.Este vez considero que tengo suerte y por lo menos la primera página que obtengo está compuesta de webs oficiales que me ofrecen contenido veraz. La cosa cambia si busco “alzheimer síntomas“, porque ya no es una relación de sitios recomendados lo que me encuentro sino una lista de webs entre las que se mezclan entornos de confianza con publicaciones poco veraces y sin contrastar.Mi peregrinaje 2.0. llega a su final haciendo la siguiente comprobación : busco en Google “foros de alzheimer” y aquí es donde certifico mi teoría del peregrinaje 2.0.No hace falta que avance más de una página, a mi alcance ya veo que en un foro, alguien recomienda medicación y “prescribe” como si de un médico se tratara unas pastillas que a su familiar “le han ido muy bien”.Cierro el navegador y me alegro de intentar llenar la red de contenido veraz, para que los cuidadores que se acerquen a este blog tengan la información que merecen.
Y vosotros, ¿habéis experimentado el peregrinaje 2.0. del que hablo? ¿os habéis sentido perdidos buscando información sobre la enfermedad en la red?
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