SECRETOS PARA “NEGOCIAR” CON UN ENFERMO DE ALZHEIMER

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SECRETOS PARA “NEGOCIAR” CON UN ENFERMO DE ALZHEIMER

SECRETOS NEGOCIACION ENFERMO ALZHEIMER

SECRETOS NEGOCIACION ENFERMO ALZHEIMER

A todos nos gustan los secretos, bueno, nos gusta que nos los cuenten.

Aquí vengo yo a contaros algunos que os facilitarán la convivencia y la negociación con un enfermo de Alzheimer cuando las cosas se ponen cuesta arriba.

– Primer secreto : no perder energía en discutir.Porque discutir sobre si tenemos que ir o no a un sitio o sobre si hay que ponerse el abrigo ¿A dónde nos lleva? A desesperarnos. No discutiremos con él/ella. ¿No quiere ir al centro de día? No pasa nada, salimos de casa igual, si nos pregunta, no nombramos el centro de día para nada, y llegamos caminando hasta el lugar de la discordia. Puede que nos sintamos mal por esa pequeña omisión/mentirijilla, pero esa energía que habríamos empleado en discutir, nos la podemos guardar para el resto de día 🙂

No me quiero poner el abrigo”, o “no me quiero vestir”, no vamos a razonar con el/ella que hace mucho frío y hay que llevar abrigo y si no lo llevas te puedes enfriar y será peor. Pasamos a otra cosa mientras el abrigo se coloca en su mente en segundo plano, despistamos la situación con algo completamente diferente (por ejemplo, “oye, ¿pero qué pañuelo tan precioso llevas?”), y volvemos un ratito después a la carga con el abrigo. Ojo! sin darle importancia, se lo ponemos sin decir nada, o se lo damos mientras esté ocupad@ con el detalle con el que hemos intentado despistarle, sin hacer mención al dichoso abrigo 🙂

Segundo secreto : “Sorpresa!” : A todos nos descolocan las sorpresas. Es su función. Si yo estoy enfadada/contrariada/no quiero colaborar y de repente alguien me sorprende con algo bueno, por un momento el nubarrón negro se queda en segundo plano, eso es lo que tenemos que tratar de que ocurra en caso de entrar en un bucle no colaborador con el enfermo. Hay veces que están nervios@s, no quieren hacer nada de lo que les proponemos, se enfadan, se quieren ir…etc. es una situación que se torna ingobernable por momentos. Oh! Sorpresa! Mira lo que tengo! Y aquí vale todo lo que se os ocurra, enseñarle un peluche, ponerle una canción, darle un beso/abrazo, bailar…etc. se trata de que cambie el chip, de que se sorprenda, de pillarle desprevenid@. Os aseguro que funciona, prometido.

Tercer secreto, el paseo milagroso dentro de casa : No vayas ahíiiiiiiiii que no se puede salirrrrrrrr!!!! : ¿Os suena? Se quieren ir (normalmente a casa) aunque estén en casa. O simplemente se quieren ir a otro sitio porque no quieren estar donde están. Debéis saber que eso lo hacen porque no reconocen el entorno en el que están, aunque sea su casa. Decirle “no vayas ahí”,  “no nos podemos ir aún” o “pero si ya estamos en casa!” no funciona, aunque se lo repitáis cada 5 minutos ¿por qué? Porque a veces esa orden no les llega correctamente y no saben lo que significa. Imaginaros que os queréis ir a casa porque estáis en un sitio que no conocéis y alguien en otro idioma os dice que ya estáis en casa, pues eso es lo que ellos perciben, a veces lo que les decimos no lo entienden, de ahí su nerviosismo. Es mejor que reconduzcamos la situación llevándonos a la persona de la mano a otro sitio.

Una buena idea para esto es un paseo. Sirve si es dentro de casa. Moverse les da la sensación de que efectivamente se están yendo, aunque estén sólo cambiando de habitación y eso funciona.

Remedio estrella para evitar el “me quiero ir” y que estén intentado huir todo el tiempo, (aunque no siempre se puede poner en practica):  un paseo por la calle. Cambian totalmente de escenario y “estiran las piernas”. Pero insisto, a veces no se puede salir a la calle, así que el pasillo de casa o un tour por la terraza si hay u otras habitaciones puede funcionar como alternativa.

Cuarto secreto : Desterrar de su mente el “no quiero“. Esta es la pantalla final del videojuego, la más difícil, a prueba de paciencias infinitas. No os agobiéis, aquí también funciona (o suele funcionar) la sorpresa o el cambio de escenario. Si no quiere comer, no quiere hacer los ejercicios que le ponen en el centro o no quiere tomarse la medicación, debemos seguir la premisa de distraerle para que no comer, no hacer ejercicios o no tomarse la medicación no sea su objetivo prioritario, es decir, tenemos que conseguir que olvide que no quiere hacerlo (recordad que tienen afectada la memoria inmediata). Dejad pasar un rato con el “cambio de escenario“. Una vez que su idea principal ya no sea no hacer lo que queremos/necesitamos que haga, podemos reanudar la batalla.

Pásate por aquí si eres cuidador@ y dime si te ha gustado el post o déjame un comentario contándome qué situaciones son para ti como cuidador las que más te cuesta “negociar”.

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