LO QUE DEBERÍAS DE SABER ANTES DE CONVERTIRTE EN CUIDADOR

Os suena lo de “…te lo dije…”

Pues este post es un poco eso. No digas que no te lo dije. Léelo hasta el final.

Antes de convertirte en cuidador tienes para pensártelo un segundo.No hay más tiempo. Hay una línea invisible entre ser espectador de la situación y convertirse en parte de ella.

Si tuviera que ir al futuro a avisar a las personas que se van a convertir en cuidadores o a ti, que estás leyendo esto, y que te acabas de convertir en uno de ellos, me gustaría que superáis que :

• El alzheimer es una enfermedad C.I.D. crónica, incurable y degenerativa. No es mortal, no se muere de alzheimer, se muere con él.Las acciones del enfermo están gobernadas por el alzheimer, la agresividad, los insultos (no siempre) la apatía o las alucinaciones son parte del camino que te toca andar. Si piensas que son parte de la enfermedad y no los achacas al enfermo, podrás manejar de mejor forma estas situaciones.

• Antes de que comiences a ser cuidador, tienes que tener claro que deberás decir que NO más veces y SÍ menos y también aprenderás que pedir colaboración en el cuidado del enfermo parece estar mal visto. Ni caso, pídela y exige que la familia se implique.

• Ocio. No te voy a engañar, es difícil pensar en ocio cuando estás en esta situación. Hay cuidadores que se sienten mal por irse al cine o hacer una escapada. Es necesario que planifiques tu ocio, no como antes, pero sí que no lo elimines por completo de tu vida. Piensa en él como en una herramienta que te ayudará en el día a día. Si sabes que por la tarde vas a hacer algo que te gusta, como por ejemplo ir al cine, seguro que te levantas de mejor ánimo y estás de mejor humor durante el día, no? Aviso, para cumplir este punto es necesario que cumplas el punto anterior.

• Duelo. Vas a empezar a ver que paulatinamente el enfermo deja de hacer tal o cual cosa. Eso generará en ti un duelo anticipado por lo que se va perdiendo. No lo veas así. Piensa en lo que aún puede hacer. Disfruta de las cosas que aún no se ha llevado la enfermedad y exprímelas al máximo. Cuando no las pueda hacer, recuerda cuando sí podía con una sonrisa, y no con tristeza. Haz fotos de esos momentos y guárdalos como tesoros que es lo que son.

• Paciencia. Tendrás que comprarte 100 sacos de 100 kilos cada uno, y aun así harás corto. Prefiero decírtelo así, si no usas todos los sacos, pues mejor. Si no tienes paciencia, aprenderás a tenerla. ¿Quieres saber el motivo? Que aun habiéndote convertido en cuidador por accidente, obligación o sorpresa, el amor hacia tu familiar compensará los ratos en los que quieres irte y no volver porque no para de preguntar lo mismo, porque quiere irse a su casa o porque no te deja hacer nada y te sigue por las habitaciones pisándote los talones.

Herramientas para nuevos cuidadores o para cuidadores futuros. Tan necesarias como cuando te independizas o como cuando tienes un hijo. Este post es como el típico “no sabes lo que te cambia la vida” en versión corta.

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